Gran parte de estos preciosos inciensos japoneses – considerados ampliamente de un refinamiento y una calidadinalcanzables – se producen todavía hoy según antiguas fórmulas originales, además de remontarse a reelaboraciones de las mismas que datan de la segunda mitad del siglo XIX.
Es importante recordar que los mismos no contienen madera, o sea, el característico "núcleo" de bambú típico de la mayor parte de las varas presentes en el mercado, que al quemarse producen emisiones carbónicas superfluas además de nocivas.